Me doy cuenta de que las vacaciones se han ido prácticamente de las manos. Apenas me quedan 4 días.
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Me pongo a hacer apuntes. Sensaciones encontradas. No sé por qué los hago, supongo que será porque no me gusta dejar las cosas a medias.
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Me alegra haber caído en desgracia. En parte por el público, en parte por los objetos, en parte por la pérdida de responsabilidad. Quizá me difumine y nadie se acuerde de mí. Es lo mejor. Y lo más cómodo.
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Ante la negociación para el aplazamiento de una tarea nunca gano. De todas formas, salvo un pequeño accidente, he tenido la suerte de salirme con la mía, no siendo este plan tampoco una cosa hiperapetecible.
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Pastel algo seco pero sabroso. Leche frita. Tengo que ganar peso.
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Nadie me dijo que hacer lo correcto fuera a veces tan desagradable. Pero, una vez que lo asumes, sabes que lo correcto a la larga no tiene precio. Y no siempre tiene que ser valorado.
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Justo cuando mis decisiones estaban tomadas me arrepiento. Claro que "La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio no puedes parar"
jueves, 21 de abril de 2011
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