viernes, 29 de abril de 2011

Viernes highway

Me despierto a las 7 y cuarto, como un viernes normal. Pero hoy no es un viernes normal. Aplazo el sueño hasta que fielmente mi despertador empieza a sonar y entonces empiezo a ignorarlo algo más que otros días. Me levanto, desayuno y me meto en mi coche. Me toca viajar con lluvia, una lluvia que cae ahora con más fuerza que en invierno.

Me acordé de la primera lluvia de invierno, de la poca gracia que me hizo enfrentarme a ella por primera vez. Y me invadió cierta rabia por tener que viajar bajo la lluvia. Algo que me hizo comenzar a dudar de si el planteamiento elegido era el más correcto.

Una pesadilla me asaltó esta noche. Tampoco era para tanto, pero el entusiasmo de ayer es el cuidado de hoy y será el excepticismo de mañana y el desánimo de pasado.

Pasan los kilómetros y caen las gotas con cada vez más fuerza. Mi cabeza sigue dando vueltas hasta que se para. Mis neumáticos ya no son lo que eran y decido disminuir la velocidad. Sigue la lluvia, sigue la carretera.

Sigue la vida.

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