Ahora ya sé qué eres para mi.
Ahora ya sé que si algún día me faltas no voy a morirme.
Ahora ya sé que tu desprecio es mi salvación.
Ahora ya sé que cuando cierras una puerta se abre una ventana que deja salir el aire viciado que has dejado en la habitación.
Ahora ya sé que mi vida es valiosa por mí, no por ti.
Ahora ya sé hasta donde puedo llegar.
Ahora ya sé todo lo que debía saber.
Ahora te tocará aprender a ti.
viernes, 24 de junio de 2011
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