lunes, 13 de junio de 2011
Sueños rotos
Me desperté por la noche sobresaltado, como cuando te recuperas de una pesadilla. Acerté como pude a encender la luz de la mesita de noche y miré al vacío de la habitación. Me llevé la mano a la frente y no estaba sudando, tal y como esperaba, sino extrañamente seco. Me incorporé y me senté en la cama. Mis ojos estaban como platos, abiertos. Mis pupilas completamente dilatadas. El sueño se había ido. Mi pobre sueño...
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