En un momento de esos
que hacen época y afición
he quitado la mantita
de lo alto del colchón.
Quizá he sido temerario
o un loco sin remisión
pero es que si sigo con la manta
fijo que me da un sofocón.
Manta mía te abandono
hasta mejor ocasión
pero sabes que no te engaño
con tu amigo el edredón.
Adiós, mantita, adiós
permanecerás en el armario
hasta que la hoja caiga
y se renueve el calendario.
lunes, 13 de junio de 2011
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