Siempre hay gente que piensa. Pensar está bien. Vamos, que no tengo nada en contra. De hecho, me paso gran parte de mi tiempo intentando que la gente piense. O aprenda a pensar.
Pero a veces hay quien piensa de más. Es como todo. Comer en exceso es malo. Beber en exceso es malo. Pues pensar en exceso también es malo.
Les pondré un ejemplo. Alguien tiene una idea. A otra persona le parece bien y la intenta redondear. Una tercera persona completa la idea inicial. Y una cuarta le pone la guinda. Pero no satisfecho con ello, al primer pensador se le ocurre otra cosa para mejorarla aún más, cambiándole la guinda de color. Y entonces hay una tormenta de nuevas ideas para mejorar que lo que hacen es convertir una interesante idea inicial en una putada colectiva de difícil solución. Y al final, como la idea era buena, pues te da cosa desecharla.
En fin, que pensar mucho es malo. Así que les animo a pensar en su justa medida.
miércoles, 8 de junio de 2011
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