Ya siento que es tarde para según que cosas, pero es que mi estado de ánimo no da para mucho más.
Y es que tanto va el cántaro a la fuente, que acaba no creyendo nada, ni siquiera en uno mismo. La realidad que ven mis ojos no deja de ser una interpretación, una obra de teatro donde los actores van pasando y contando su personaje, mientras yo los observo con cada vez menos atención.
Ya he visto a muchos. Algunos han sido muy buenos, otros no tanto, pero al final más o menos acabas sabiendo que esto no es más que una inmensa representación donde cada uno juega su papel.
Lo mejor es huir de las tablas. Lo que no se es hacia donde...
lunes, 11 de julio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario