sábado, 30 de julio de 2011

Sigo dando vueltas...

...a lo sucedido esta noche. He buceado por la prensa local y no he visto nada, ni en papel ni en Internet. Según me han contado, los aburridos jóvenes localizaron a este chaval durmiendo en un colchón dentro de la casa, le tiraron papeles ardiendo y cerraron la puerta. ¡Qué gran ejemplo para nuestra raza! Menos mal que había gente que se dio cuenta y tiraron la puerta a patadas.

Me planteo varias cosas. La primera es cómo se puede tener la mala sangre de hacer daño de forma tan gratuita a una persona que no te ha hecho nada y que ha salvado de morir abrasado la casualidad de que otras personas estuvieran despiertas a esa hora. ¿Qué clase de rata abyecta, miserable y ruin hace daño a otra persona de una forma tan gratuita, cercana al homicidio? Gente como esa debería ser exterminada sin compasión, a ser posible de la misma forma en la que hacen sus "gracias".

Hemos preguntado por el chaval, pero no sabemos nada, salvo que suponemos que está en un hospital. ¿Cómo ha llegado a esta situación? ¿Por qué vive en esas condiciones? Lo único que yo sabía es que encontró cobijo en esas habitaciones desde hace algún tiempo. Alguna vez pasé delante de la puerta por la noche, pero nunca lo vi. Posiblemente habrá perdido todo lo que tuviera, mucho o poco, almacenado en la casa. No solo podía haber perdido la vida, sino que ha perdido aquello que allí tuviera.

Todavía tengo grabados en mis oídos sus gritos de auxilio. Gritos desgarradores, que te rompían el alma, que salían de lo más profundo de las entrañas. Eran como pedir ayuda sabiendo que nadie puede ayudarte, que nadie puede salvarte, que en el fondo estás condenado y no se puede hacer nada para evitarlo.

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